lunes, 29 de julio de 2013

Citroën Yagán

El Volkswagen Chileno.

Tan curiosa como efímera, la historia de de la primera y única experiencia automotriz chilena radicó en el deseo político “coche del pueblo”, idea condenada a una muerte prematura por los cientos de problemas surgidos, generando una leyenda y aura de intriga que ya sólo comparten aquellos modelos que fueron en su día, el patito feo de la carretera.

La corta pero intensa vida del Yagán, se inció a principios de la década de los años 70´S, Pedro Vuskovic, Ministro de Economía del gobierno de la Unidad Popular– secundado por el presidente Allende –  decidió fabricar en territorio chileno unvehículo capaz de satisfacer la creciente demanda de automóviles por parte del pueblo chileno y que el mercado era incapaz de satisfacer.

Se decidió buscar a lo largo de todo el mundo un vehículo de uso urbano cuyo costo de fabricación fuera menor a los 200 USD de la época, cifra asumible por aquellas familias que deseaban motorizarse en ese momento.

La cifra de 200$ no lograba adquirir vehículo alguno – se pensó en un pésimo coche de fabricación vietnamita que no era vendido ni en su lugar de origen – si pudiendo optar a motores franceses importados de Argentina bajo licencia Citroneta – motores muy pequeños refrijerados por aire pero de gran durabilidad – , optando por fabricar el resto del vehículo en la planta de Citroën en Arica, Chile, creando así una sociedad entre la Corporación de Fomento de Chile y la empresa francesa, creando el consorcio CORFO- Citroën.

La fabricación de este vehículo estaba bajo las especificaciones que ofrecía Citroën a sus vehículos FAF Facile à fabriquer, facile à financer  entre los que estaban el famosos Citroën 2 Cv el Ami 8 y más tarde el hippie Mehari, asegurándose una planta, unos empleados y un proceso de fabricación con las mínimas garantías, o eso se creía, ya que las espartanas características estéticas y mecánicas del Yagán, sólo respondían a la pésima formación de los operarios y las más que rústicas técnicas y métodos de fabricación.

Con un 50% de componentes de origen chileno en la fabricación, el alto precio de crear moldes o matrices de las piezas de metal del coche, hicieron que cada uno de los 1500 Yagán fabricados desde 1971 hasta 1973– hay fuentes que enuncian entre 600 y 2000 unidades fabricadas -  fueran diferentes entre ellos, creando auténticos problemas no a la hora de fabricarlos, pero si en su ensamblaje.

La respuesta a la pregunta del porque de las formas angulosas y poco brillantes de este modelo, rozan la hilaridad. Al ser imposible económicamente importar carrocerías de países como Argentina o Uruguay, se decidió fabricar en las mismas instalaciones de Arica una propia para el Yugán. El gran problema se produjo al disponer únicamente de una máquina plegadora semi-artesanal usada para doblar metales sólo en líneas rectas. Con este instrumento, moldearon las formas que se encajaron sobre el chasis y el motor, cada uno de manera diferente, sufriendo cada unidad de asimetrías y diferencias claramente visibles a la vez que encarecía el producto por la nula automatización del proceso.

Otra de las grandes características del Yagán, era la carencia tanto de puertas – sustituidaspor unas endebles cadenas –  como de techo sólido, sustituyendo éste una primitiva estructura de metal en forma de canasta, en la que los usuarios podían colocar lonas o forro para evitar sufrir las inclemencias del tiempo.

Durante años, Pedro Medina fue el jefe de armaduría de Citroën en Arica y según sus propias palabras, para armar al Yagán había que tener un martillo, una lima y paciencia, reflejando en sus palabras las pésimas condiciones de fabricación de este modelo, que fueron como poco, muy escasas.

Feo y de mala calidad, el Yagán competía en precio frente a los caros vehículos occidentales como el Renault 4, el Fiat 600, el Austin Mini o incluso contra el Citroën 2CV, vehículos que a pesar de fabricarse en factorías radicadas en países latinoamericanos – reduciendo el precio final del auto –, a causa de los fuertes aranceles de entrada en Chile, resultaban prohibitivos para el pueblo chileno. A pesar de ello, la primera remesa compuesto por 200 unidades en colores naranja, verde y café, tuvieron una escasa recepción por parte del pueblo chileno, cifra que no aumentó significativamente a lo largo de su periodo de fabricación.

Después del golpe de estado ocurrido en 1973, se cesó la fabricación de este modelo, comprando el stock existente el ejército chileno para su división de infantería, debido a que el levantamiento de los altos aranceles de las importaciones, logró llenar de autos japoneses – baratos y de muy alta calidad – las carreteras chilenas.

Como curiosidad, el nombre Yagán, se le otorgó a este modelo en una decisión interna de Citroën, en honor a los pobladores del mismo nombre asentados en al sur y hacia el oeste de la isla Grande de Tierra del Fuego, hasta los canales Magdalena y Cockburn, en terriotio chileno.

VW Beetle, sólo hay uno.

Galería: Google

3 comentarios:

  1. Muy interesante la historia de este coche, si es que con 200 dolares lo unico que se puede hacer es una caja de zapatos como esta heheh

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    1. Pues ahora es complicado y caro poder encontrar uno que funcione con las piezas originales.

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  2. Absolutamente maravillos post, Enhorabuena Brother. Adoro este blog.
    Fer

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